Barack Obama y John F. Kennedy: dos discursos, la misma ilusión
- La sociedad buscaba en ellos cambiar su situación.
- Los dos presidentes, muy jóvenes, se enfrentaron a una delicado clima político.
- Kennedy se presentó como una promesa de cambio, al igual que Obama.
- El nuevo presidente se acerca un poco a los sueños de Martin Luther King.
La llegada de Barack Obama a la Casa Blanca supone un cambio en el rumbo de la sociedad americana y mundial. El primer presidente afroamericano de la historia de Estados Unidos tiene, sin embargo, grandes similitudes con dos grandes líderes de su país: John F. Kennedy y Martin Luther King .
Dos jóvenes presidentes
Con el presidente Kennedy, Obama comparte no sólo partido y devoción religiosa, sino un clima político parecido. Además de haber tomado el poder muy jóvenes (44 años tenía Kennedy y 47 tiene Obama), el malogrado presidente John Kennedy fue elegido en 1961 y tuvo que enfrentarse a un fallido plan de la Administración anterior para derrocar a Fidel Castro, así como problemas en la carrera espacial con Rusia y una incipiente Guerra de Vietnam. Éste presentaba su mandato en su discurso inaugural como "el fin de una era, un nuevo comienzo".
Kennedy se presentaba como el fin de una era y Obama ha centrado su campaña en la promesa de cambio.
Algo parecido a la situación del recién elegido Barack Obama, que aún sin haber tomado posesión de su cargo, ya tiene que hacer frente a una delicada situación económica, su prioridad , además de la situación de su país respecto a Irak e Irán. Su triunfo, y así lo remarcó en sus primeras declaraciones como presidente, es también un símbolo del cambio , en contraposición a todo aquello que ha realizado durante estos años el Gobierno de George Bush.
Lucha racial
También coincide en perfil con otro líder afroamericano, Martin Luther King, que no fue presidente pero encabezó la lucha contra el racismo en Estados Unidos. Luther King, que fue condecorado con el Nobel de la Paz, deseó en voz alta en su famoso discurso "I have a dream" todo aquello que con Obama parece haber conseguido.
Luther King soñaba con una hermandad entre negros y blancos y Obama tiene que disculparse por agradar a estos últimos.
Mientras Luther King soñaba con que "los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad", Obama tenía que justificarse por agradar tanto a negros como blancos afirmando que "todavía estamos encerrados en ese concepto de que si agradamos a los blancos algo debe de estar mal". Al fin y al cabo, dos caras de la misma moneda discriminatoria.
Tres promesas que respondieron una necesidad de cambio y tres hombres que verdaderamente modificaron la Historia, no sólo de Estados Unidos, sino a nivel mundial.
Por A.OCAÑA. De http://www.20minutos.es/
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